Paseaba un león por una playa y vio a un delfín asomar su cabeza fuera del agua. Le propuso entonces una alianza:
- Nos conviene unirnos a ambos, siendo tu el rey de los animales del mar y yo el de los terrestres -le dijo-.
Aceptó gustoso el delfín. Y el león, quien desde hacía tiempo se hallaba en guerra contra un toro salvaje, llamó al defín a que le ayudara. Intentó el delfín salir del agua, mas no lo consiguió, por lo que el león lo acusó de traidor.
- ¡No soy yo el culpable ni a quien debes acusar, sino a la Naturaleza --respondió el delfín--, porque ella es quien me hizo acuático y no me permite pasar a la tierra!